Hace un mes se cumplieron 15 años de la última blanqueada que sufrieron los Dallas Cowboys. Desde el 11 de noviembre de 2003, con el inmortal Quincy Carter como quarterback, el equipo de la Estrella Solitaria no se iban sin puntos y aunque en todas sus ofensivas cruzaron la yarda 50, se fueron con las manos vacías y cayeron 23-0 ante los Indianapolis Colts.
Un partido de lo más raro para los Cowboys, que tuvieron el balón por más de 19 minutos en el primer medio, pero se fueron abajo al descanso por 10 puntos ya que les bloquearon un gol de campo, que capitalizaron los Colts con su único touchdown del primer medio.
En la siguiente serie no lograron convertir en 4&1 dentro de la 10 de Indianapolis y su último ataque terminó en despeje, que aunque encajonó a los Colts le permitió a Andrew Luck mover las cadenas y conseguir un gol de campo de último segundo.
Esa fue la tónica de todo el partido para los Cowboys: llegaron en todas sus ofensivas a territorio rival, pero en ninguna sacaron puntos. Marlon Mack logró su segundo touchdown terrestre en la primera serie del tercer cuarto y Dallas, con la encomienda de sacar anotaciones de seis y no de tres, terminó sus siguientes dos series en downs y una más en una intercepción en cuarta oportunidad.
