Por sexto año consecutivo, el banderín de la División Oeste de la Liga Nacional pertenece a los Dodgers.
Fue necesario el partido 163 para romper el empate con los Colorado Rockies, pero la corona divisional se queda en Los Ángeles tras la victoria 5-2 de los angenlinos, con una joya de pitcheo de Walker Buehler y un passball que cambió la historia del partido.
Los pitchers dominaron el primer tercio del partido, apenas dos Dodgers se embasaron, por uno de los Rockies, pero todo cambió en la parte baja de la cuarta.
El catcher Troy Wolters no pudo controlar el tercer strike ante Max Muncy para abrir el episodio, el venezolano Germán Márquez ponchó a los dos siguientes bateadores y, de no haber sido por el passball, Cody Bellinger jamás hubiera tomado turno en el cuarto rollo. No fue así y el jardinero central desapareció la pelota por el derecho para poner el 2-0 en el marcador.
Walker Buehler se encargó del resto. El novato tuvo una excelente actuación, con seis entradas y dos tercios de labor, permitiendo el primer y único hit hasta la sexta entrada, con tres bases por bolas y tres ponches.
Buehler contribuyó también en la ofensiva, al producir la quinta rayita de los angelinos. En la baja del sexto capítulo, con la pizarra 4-0 tras el cuadrangular de dos carreras de Muncy en la quinta, el lanzador tomó su turno con dos outs y conectó un sencillo que trajo a Kiké Hernández al plato desde segunda.
Y cuando todo parecía un trámite, Nolan Arenado y Troy Story conectaron cuadrangulares espalda con espalda para abrir la novena ante la serpentina de Kenley Jansen, quien finalmente encontró el control y retiró a los siguientes tres bateadores para terminar el partido.
Los Dodgers enfrentarán en la Serie Divisional a los Atlanta Braves, con el primer partido programado para el jueves, mientras que los Rockies viajarán a Chicago para medirse a los Cubs el martes en el partido de comodines. El ganador se medirá a los Milwaukee Brewers, cuya serie también iniciará el jueves.
