Toronto no podía hacer historia de otra forma… Lo vivieron en Playoffs y lo revivieron en las Finales. Dejaron perder la oportunidad en el quinto juego, pero, con dramatismo, al final, lo volvieron a hacer, tal como les gusta. Tras un sexto juego resolviéndolo a su favor por cardíaco 114-110, los Raptors vencen a los Warriors de Golden State para así destronar al bicampeón, y adjudicarse su primer título dentro de la NBA.

Tras dar un golpe de autoridad en su visita al Scotiabank Arena, los Warriorstenían ante sí la oportunidad de emparejar la serie en casa; sin embargo, el orgullo herido de los visitantes los hizo no bajar los brazos y mantenerse en la pelea. El 32-33 del primer periodo no reflejó claridad alguna en ambas quintetas, sin embargo Kyle Lowry, tenía una fiesta aparte, tras firmar 15 puntos.

Thompson e Iguodala evitaron que Raptors escapara con ventaja amplia, sin embargo las intenciones no fueron más allá. Ibaka tomó el liderazgo previo al descanso, y Toronto se fue a vestidores con ventaja 60-57.

Lamentablemente para Golden State, las buenas, y malas noticias llegarían en el tercer periodo, por medio de Klay Thompson, quien al momento era el mejor cosechador para su causa. Tras firmar seis unidades al hilo, al grado de darle la ventaja a los suyos por parcial 83-80 terminaría saliendo de la duela en muletas por una lesión en la rodilla izquierda. Sus dos libres pondrían la ventaja 82-85 para Warriors, pero el golpe para sus compañeros por su salida sería devastador.

Para el último periodo, sería la figura de Fred VanVleet la que poco a poco devoraría a los locales a base de triples. Warriors sufrían por mantener la ventaja de un punto, cuando el base lograba encestar desde la periferia. La presión no pudo ser soportada, y con 3:46 por jugarse, los bicampeones se despidieron del título. El 104-101 en ese momento sirvió para que Raptors comenzara a manejar los hilos del partido.

marca.com