La falta de precipitaciones pluviales desde el mes pasado comenzó a hacer crisis en el sector ganadero de la región, por lo que ahora los productores están en dificultades para el sostenimiento del hato.
No hay pastos y los abrevaderos se encuentran literalmente secos, así que debemos asistir al ganado con agua y suplementos suficientes en los agostaderos, pues las reses se deshidratan con facilidad y pierden volumen y peso, explicó Jaime Ochoa Trevizo.
El presidente de la Asociación Ganadera de Cuauhtémoc, sostuvo que esta época del año es recurrente en cuanto inconvenientes, pues si no hay lluvias en mayo o junio, escasea el forraje y el agua, pero además en las tierras de agostaderos no hay resurgimiento de pastos ni recargas de los presones y abrevaderos.
Esa situación, dijo, nos deja muy mal parados, pues se elevan los precios del forraje como el caso de las pacas de avena que actualmente está por encima de los 90 pesos, o la harinolina que llega costar por arriba de los 350 pesos, así que los pequeños ganaderos son quienes ven asfixiada su economía.
En este momento todos están apostándole a mantener sus reses adquiriendo compromisos para la compra de los insumos necesarios, panorama que podría cambiar una semana después de que se generalicen las lluvias.
No descartó que si las precipitaciones pluviales tardan en llegar y siguen las altas temperaturas, la crisis podría ser mayor, incluso comenzar con la mortandad de cabezas de ganado.