Un centenar de latinoamericanos, entre ellos 40 niños, llevan acampados más de una semana frente a la alcaldía de una ciudad cercana a París, con el apoyo de un grupo de voluntarios, tras haber sido expulsados de un edificio que ocupaban.
“La casa okupa Bauer era ‘nuestra casa'”, explica Chanel Marté Castillo, una dominicana de 40 años. “Cuando llegamos, empezamos a limpiar, a construir. Poco a poco, otras familias llegaban, buscando un sitio. Al final, éramos 150 personas”, cuenta. Entre estas, se cuentan colombianos, venezolanos, peruanos, bolivianos o cubanos.
Acompañada de sus cinco hijos y de dos nietos, recuerda cómo se constituyó la comunidad en los nueve últimos meses, en un almacén abandonado, propiedad de la ciudad de Saint-Ouen (50 mil habitantes).
Muchos miembros de esta comunidad afirman que huyeron de la pobreza en sus países. Algunos llevan poco en Francia, pero otros se mudaron hace varios años.
- Pero el 30 de julio, en virtud de una decisión de la justicia francesa, los locales y sus ocupantes fueron evacuados.
Desde entonces, 130 personas, incluyendo 40 niños y varias mujeres embarazadas, montan cada noche decenas de tiendas de campaña delante de la alcaldía. A las 06:00 de la mañana tienen que quitarlas, antes de que llegue la policía.
Bajo una carpa, han formado una cantina que se nutre de las donaciones de los lugareños y que almacena cajas de alimentos y un hornillo en el que dos mujeres asan salchichas. En la carpa también hay bolsas con ropa, juguetes, sofás y unos cuantos colchones en los que se ve a varios hombres durmiendo la siesta.
Por su parte, la ciudad de Saint-Ouen considera que no le corresponde hacerse cargo de esos “okupas”. “En ningún caso ni el alcalde ni su mayoría municipal pueden ser considerados responsables de la situación”, defendió el Ayuntamiento en un comunicado.
Para el gabinete municipal, la asociación francesa Droit Au Logement (DAL, “Derecho a la vivienda”), “instaló ilegalmente a personas en ese edificio municipal cuyo destino conocía todo el mundo”. Allí está prevista la construcción de una escuela, para 2022. “Si bien se tienen que hallar soluciones para esas personas, le corresponde exclusivamente al Estado proporcionarlas”, agrega la ciudad, situada en uno de los departamentos más pobres de Francia.
El alcalde, William Delannoy, estima que él debe “aportar soluciones de realojamiento prioritariamente” a los habitantes de Saint-Ouen, “que no entenderían, tras años de espera, que el alcalde diera viviendas a unos colombianos”.
unotv.com

 
                        