Cadáveres que saturan las morgues, fosas clandestinas y restos humanosdifíciles de identificar conforman el escenario de una crisis forense que enfrenta México resultado de la violencia criminal, reconoce la secretaria de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero.
En entrevista, la secretaria subraya que la emergencia es tal que el gobierno federal ha tenido que buscar ayuda internacional para apoyar en la identificación de restos humanos. “Tenemos una crisis forense”.
A los cotidianos asesinatos cometidos en distintos puntos del país, atribuidos a ajustes de cuentas entre bandas criminales rivales, se suman numerosos hallazgos de restos humanos, a veces casi pulverizados, enterrados clandestinamente o dejados en sitios públicos.
Cuando un cuerpo ha sido disuelto en ácido, ha sido quemado, es muy difícil su identificación”. Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación.
A mediados de mayo, el gobierno informó que crearía el primer registro de fosas clandestinas y, desde el 1 de diciembre pasado, cuando arrancó la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, tenía contabilizadas 222.
Un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) presentado en septiembre de 2018 contabilizaba más de 1.300 fosas localizadas en once años. Hasta agosto de ese año se habían exhumado 530 cuerpos y sólo 54 habían sido identificados.
Hay además 40.000 personas reportadas como desaparecidas y unos 26.000 cuerpos sin identificar desbordan los servicios forenses en una espiral de violencia que deja, según cifras oficiales, más de 250.000 asesinatos desde diciembre de 2006.
unotv.com

 
                        