Un potente sismo remeció en el sur de Filipinas, provocando aludes de tierra y desprendimientos de rocas que mataron a seis personas e hirieron a más de 100 en una región ya castigada por otro sismo dos semanas antes, según las autoridades.
El terremoto de magnitud 6.6 se originó en una falla a unos 7 kilómetros de profundidad, unos 25 kilómetros al este de Tulunan, en la provincia de Cotabato, indicó el Instituto Filipino de Sismología y Vulcanología.
En torno al 90% de las casas de Tulinan sufrieron daños, indicó el alcalde, Reuel Limbungan.
Numerosos habitantes aterrados se precipitaron a las calles durante el terremoto, que afectó a numerosos edificios, casas y escuelas. Al no ser demasiado profundo, el temblor se sintió con más intensidad y los daños causados son mayores, según las autoridades locales.
Entre las víctimas estaban un padre y su hijo, golpeados por rocas en un desprendimiento que cayó sobre su pequeña granja en la afectada provincia de Cotabato Norte. Otro niño resultó herido, según la funcionaria de la agencia provincial de gestión de desastres Mercedita Foronda. Más de 100 vecinos sufrieron lesiones, la mayoría leves, en la provincia.
