*Gracias a las terapias físicas que realiza en la asegurada del imss

A sus 91 años de edad, doña Alicia Lira López es muy independiente: vive sola, realiza todos los quehaceres de su hogar, viaja en transporte público; pero lo más importante, goza de una excelente salud y una envidiable energía.

Ella atribuye esa condición a las terapias físicas que lleva a cabo en el Centro de Seguridad Social (CSS) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la Ciudad de Chihuahua, mejor conocido como Casa de la Asegurada.

Lo anterior forma parte del Programa de Atención Social a la Salud (PASS), destinado a pacientes con diabetes, sobre peso, obesidad, hipertensos y adultos mayores, que son enviados por su médico familiar, o por algún especialista del Hospital General Regional No. 01, Morelos.

Ese fue el caso de doña “Licha”, como es nombrada con cariño por sus conocidos y familiares, quien en este 2018 cumplió 30 años consecutivos e interrumpidos de acudir a su terapia física. En ese entonces, fue referida por un dolor en la rodilla y ahora acude para sentirse con energía y más activa; en pocas palabras: bien en todos los sentidos.

Afirma que los ejercicios que realiza son sencillos: “un rato de pie estirando el cuerpo, y posteriormente en un colchón, ejercitando las piernas”. Todo esto, lo hace bajo la supervisión de un especialista de la institución.

“Lichita”, como sus otros compañeros del Programa PASS, es evaluada periódicamente por expertos en la salud: se le toma la presión, se le realiza una prueba de capacidad física, de flexibilidad, así como de fuerza abdominal; se le toma el peso (cintura y cadera), se le mide la estatura para sacar el índice de masa corporal; todo ello para conocer el avance y la evolución que tuvo durante cierto periodo.

Además, cada semana se le brinda una orientación alimenticia y se le ofrecen sesiones sobre temas de interés, como la prevención de enfermedades, autoestima, depresión y otros.

“Mientras Dios me siga dando vida, yo seguiré en mi terapia, que me permite hacer muchas cosas, como, recientemente correr con mi nieta un maratón de aproximadamente 7 kilómetros en el parque El Rejón”, concluye esta alegre e inquieta bisabuelita, madre de tres hijos: un hombre y tres mujeres; la mayor de 65 años de edad.

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