Luego del llamado que hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) para aplazar el tercer refuerzo de la vacuna contra COVID-19 y donar las dosis a países pobres, Estados Unidos rechazó la recomendación de la organización internacional.

“Definitivamente sentimos que es una elección falsa y que podemos hacer ambas cosas”. Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca.

Ante los representantes de medios de información, Jen Psaki agregó que Estados Unidos tiene suficiente suministro como para continuar distribuyendo vacunas en el extranjero y al mismo tiempo garantizar que todos sus ciudadanos reciban las dosis que necesitan.

“Tenemos suficiente suministro para que, si la FDA decide que los refuerzos son recomendables para una parte de la población, podamos proveerlos. Creemos que podemos hacer ambas cosas y que no necesitamos tomar esa decisión”.

Desde hace meses, la OMS ha advertido de un creciente desbalance en la disponibilidad de vacunas contra la enfermedad, que ha matado a 4.2 millones de personas en el mundo.

La OMS quiere que cada país haya vacunado al menos al 10% de su población para fines de septiembre, a al menos 40% para finales de año y al 70% para mediados de 2022.

Tomado de: Unotv.com

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