Josué Isaí Marquez Lozoya, de 19 años de edad, sufrió un trauma craneoencefálico severo, que de no haber sido atendido oportunamente pudo haberle cobrado la vida.

El estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial en el Tecnológico de Chihuahua II, recuerda que era domingo y se disponía a ir a la Iglesia.  Se encontraba en el baño de su casa, terminándose de bañar, cuando sintió un mareo. Intentó sostenerse de lo que pudo, pero su cuerpo no reaccionó, fue cuando perdió la consciencia… De ahí ya no supo nada, hasta que despertó en la sala de terapia intensiva del Hospital General Regional No. 01, Morelos, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde había permanecido 24 horas.

Estaba entubado, sin poder hablar. Su madre estaba a su lado, evidentemente sorprendida, incrédula de su pronta recuperación, pero sobre todo contenta y agradecida con Dios y con el equipo multidisciplinario del IMSS (enfermeras, médicos urgenciólogos, anestesiólogos, cirujanos y otros tantos trabajadores del área de urgencias del hospital) que le brindaron una rápida y oportuna atención que le salvó la vida.

“Me cuentan que caí al suelo, me convulsione… que el cerebro se me inflamó. Mi hermano me estaba esperando para ir a la iglesia, pero como tardé mucho y como no respondí tuvo que forzar la puerta del baño y me encontró convulsionándome, con espuma en la boca y sangre. Él le habló a mi papá para avisarle. Pensaban que me había quebrado un brazo. Me llevaron de inmediato a la Clínica 2 del IMSS. Ahí rápidamente me revisaron e informaron que estaba en condición grave,  con mínimas posibilidades de recuperación; y con la advertencia de que si despertaba, podía quedar con alguna secuela o discapacidad. Fueron horas muy difíciles para mi familia”, relata con gran fluidez, evidentemente emocionado.

A Isaí, quien cuenta con afiliación al IMSS por ser estudiante de nivel superior, se le brindó la atención primera en el Módulo de Medicina Continúa de la Unidad de Medicina Familiar, en donde se tomó la decisión de trasladarlo al área de urgencias del Hospital General Regional No. 01, Morelos, también del Seguro Social.

“Ahí ya me estaban esperando… de inmediato fui atendido y operado… Yo solo sé que desperté el lunes a las tres de la mañana. Estaba todo sedado, entubado y sorprendido de estar en el hospital. Como pude, le pregunté a mi mamá que me había pasado y me respondió: tuviste un accidente, te golpeaste”.

Para Isaí este accidente le cambió totalmente mi vida, principalmente su manera de ser. “Yo era un chico súper amargado, egoísta, muy enojón, rencoroso y ahora trato de ayudar a la gente, ser más amable, hacer más por los demás… soy más creyente y creo ser mejor persona”.

Para el coordinador de hospitales de la Delegación Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social en Chihuahua, en ese entonces jefe del servicio de Urgencias del Hospital Morelos, doctor urgenciólogo Luis Alonso Madrid Calderón, el éxito del caso de este joven fue tanto la pronta reacción de sus familiares después del accidente, como de la atención recibida por los médicos de la Unidad de Medicina Familiar No.2, como del equipo multidisciplinario de urgencias.

“Eso fue lo que marcó la diferencia; es decir, fue atendido dentro del periodo denominado “hora dorada”, que es posterior a un trauma. Estamos ante una situación en donde todos actuaron de manera adecuada y rápida. En el caso médico se realizó rápidamente una primera valoración y posteriormente, en el hospital, que llamamos atención de segundo nivel, se efectuó una pronta estabilización y emitió un diagnóstico definitivo que permitió la atención quirúrgica con lo cual se le salvó la vida”, indicó.

Finalmente señaló que también fue fundamental la estrategia de atención en urgencias denominado Triage, que permitió la clasificación del motivo de atención de este joven y la priorización de la atención del caso.

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