El PRI hizo ajustes de última hora. Tiene toda la experiencia del mundo y para eso se pinta solo. ¿Oh no?

Casi como una mancuerna se presentaron Ángel Figueroa y Lupita Pérez al preregistro para el Distrito Siete. Uno detrás del otro. Parece que Neil Pérez no lo esperaba, al menos no antes del mediodía.

Esto no fue producto de la casualidad. Dicen que desde las entrañas del CEN vino la luz verde para bajar del macho a Pérez Campos, complicarle el camino a la nominación.

En este entramado que sólo conoce un puñado de personas, aseguran que a otro que levantó la mano, como fue Efraín Hernández, simplemente le sacaron un documento que tiene pendiente con la ASF.

Por cierto, de la carta de apoyo que le signaron compañeros ex presidentes, se supo que varios de ellos se desdijeron ente el líder supremo de los priístas en el estado. Algunos lo hicieron por teléfono, otros en forma personal para disculparse casi casi de rodillas.

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La parte medular de la estrategia no es hacer ver mal a Bazán en sus decisiones, sino posicionar en las candidaturas a aquellos hombres y mujeres que garantizan el triunfo en las eleciones de julio próximo y con ello sumar curules en la Cámara de Diputados.

Ustedes creen que lo de Graciela Ortíz y Lilia Merodio -por citar un par de nombres- fue obra de la casualidad.

La gente de ojo clínico visualiza que en unos días más Ángel Figueroa se bajará del barco, que declinará en favor de Lupita, y que será ella la abandera del tricolor en este Séptimo Distrito para cumplir con la misión de ir a San Lázaro.

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Esto no será la estafa maestra… pero las jugadas quirúrgicas que se están dando en diversos rincones del país revelan el nivel de acuerdos que han logrado PRI y PAN para defenderse de aquello que visualizan como una eventual elección de resultados positivos para Morena.

¿Será éste el PRIAN del que tanto se habla a nivel nacional? El pacto será entonces conseguir la mayor cantidad de espacios para garantizar la supremacía tanto en la cámara alta como en la baja.

Los pinos como quiera… pero sin el poder para hacer reformas de fondo.

No suena descabellado el temor por el 1 de julio.

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De admirarse resulta lo ocurrido el jueves pasado en Cabildo. Ahí se vio la mano de Beto Pérez en todo su esplendor, aún cuando estuvo ausente.

Resulta que la Síndico no dijo ni media palabra de las observaciones a Desarrollo Social, cuando un par de días antes había crucificado a su titular.

No hay que olvidar que Luis Chapa quiere la candidatura a la diputación. Quizá Bony fue malaconsejada y luego rectificó el camino con una sola llamada.

Hasta aquí la entrega de Hoy.